martes, 27 de julio de 2010

Ese tesoro llamado amigo

Recuperando las sabias palabras que un querido amigo me pronunció hace unas semanas: “Las crisis se curan con personas” me gustaría llevar a cabo una reflexión en voz alta acerca de uno de los mayores regalos que la vida me ha dado: mis amigos.

Toda mi vida he defendido que quien tiene un amigo tiene un tesoro, que la gente confunde con facilidad los términos conocido, colega y amigo. O mejor dicho los confunde respecto a lo que cada uno de ellos significa para mí. Al final no son más que palabras, pero suelen llevar a profundos debates acerca de su uso para unas u otras personas.

Bajo mi punto de vista uno puede tener decenas o incluso cientos de conocidos (más o menos tantos como amigos tiene en el Facebook). Cualquier persona que es susceptible de ser saludada o de saludarte ya se engloba en este grupo. Estos conocidos pueden tener infinidad de orígenes: ex compañeros de colegio, ex compañeros de trabajo, amigo de un amigo,… y todos ellos comparten una característica, se trata de gente a la que posiblemente no llamarías o citarías de motu propio jamás.

Luego están los colegas. Éstas son aquellas personas con las que uno comparte o ha compartido vivencias que le han permitido conocerlas más a fondo y tener un mayor grado de afinidad con las mismas. Los colegas son de vital importancia dado que permiten ampliar en gran medida el abanico de planes y disponer de compañía en momentos en los que uno lo necesita.

Y por encima de ambas categorías se encuentran los AMIGOS. Llamadme romántico, pero para mí se trata de una palabra de un valor incalculable. Como decía con anterioridad quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y esa analogía tiene más sentido del que parece en un principio. En efecto se puede realizar dicha aseveración por muchos motivos.

Se puede decir que un amigo es un tesoro dado que no es fácil encontrarlo, mucha gente dedica toda su vida a encontrar uno, sin en muchas ocasiones recibir recompensa alguna. Durante dicho periodo de búsqueda uno debe descartar otras baratijas bañadas en oro que aparentan ser un preciado tesoro, pero que en realidad no son más que eso, baratijas sin valor alguno. No es fácil darse cuenta de dicha diferencia dado que existen baratijas de todas las formas y colores, pero una vez se detecta una es fácil identificar el resto.

Otra característica que comparte un amigo y un tesoro es la protección que necesitan. Cuando uno encuentra un tesoro debe defenderlo a capa y espada con todas sus fuerzas protegiéndolo de cuanto pueda dañarlo. Con los amigos pasa exactamente lo mismo. Una de las principales obligaciones que tienen los amigos es protegerse entre ellos. No me refiero a un nivel físico, que también, si no a nivel personal. Uno siempre debe ser capaz de poner la mano en el fuego por cualquiera de sus amigos, sin dudarlo. Si uno duda de poner la mano en el fuego por esa persona debe dudar también de si se trata de un verdadero amigo.

Por último tal y como ocurre con cualquier tesoro un amigo requiere de un cuidado especial. Si uno deja de limpiar un tesoro posiblemente pierda todo su valor con el paso del tiempo. Si uno deja de cuidar a sus amigos posiblemente los pierda para siempre. Ese cuidar depende en gran medida del tipo de persona implicada en la amistad. Existen amigos que necesitan una llamada todos los días, otros una caña semanal y otros un cine al mes. Con ese cuidado siempre tendremos nuestro tesoro reluciente y disponible.

Con todo lo dicho espero haber conseguido explicar lo que significa para mí la palabra AMIGO. Otra cosa bien diferente es el uso que uno le dé de forma coloquial porque me parece lógico englobar a todos (conocidos, colegas y amigos) en un solo término por la simple comodidad que conlleva, pero en sus adentros cada uno debe tener muy claro qué puede esperar de cada quién.

No puedo más que sentirme el más feliz de los piratas por haber encontrado no solo un tesoro sino varios de ellos y espero que ellos se sientan relucientes porque los intento cuidar tanto como ellos a mí, que no es poco.

De nuevo tengo que deciros que sin vosotros no sería nada. Mil gracias por ser como sois, tesoros.


1 comentario:

Álex Vivancos dijo...

Gracias AMIGO!

Añado algo que pienso desde hace tiempo.

Yo creo que si pusiéramos en una balanza por un lado el AMOR y por otro la AMISTAD, encontraríamos el equilibrio de fuerzas.

El AMOR es mucho más intenso pero la AMISTAD es más duradera.

De ahí que las parejas más duraderas sean las que son aparte de pareja, amigos.

Publicar un comentario