El 8 de febrero de 2008 comenzaba una de las etapas más importantes en todos los aspectos que me ha tocado vivir. A veces disfrutar y otras sufrir. Tras un debate moral inevitable en este tipo de circunstancias decidía cambiar un trabajo estable, en una empresa modélica, codo con codo con uno de mis mejores amigos por una empresa medianamente joven, con muy buenas intenciones y olor a proyecto ganador.Han pasado ya más de dos años y medio desde aquel día en que entraba por las puertas de Neomedia tímido y distante pero con ganas de comerme el mundo. Dos años y medio en los que he vivido más de lo que mucha gente vive a lo largo de toda su vida. Durante todo ese tiempo he podido compartir vivencias, experiencias, conocimiento con auténticos superclases del mundo de las telecomunicaciones. Cracks de los que he intentado aprender las 24 horas del día, sacando lo mejor de cada uno de ellos.
Aún tengo frescos esos diseños de red que comenzaban en un papel en blanco y Pablo y yo convertíamos en un auténtico Picasso. O esa mítica conversación telefónica con Embid convirtiendo un desastre en el mayor de los éxitos. Por no hablar de aquel día en el que todo pasó del más absoluto fracaso al más rotundo de los éxitos con sólo introducir cuatro letras blancas sobre una pantalla negra. Inolvidables fueron también mis visitas para hacer del FIB un lugar mejor. Todo eso y mucho más quedará en mis adentros para siempre.
Pero lo que más quedará en mis adentros serán las personas. Nunca en mi vida he visto ni creo que vuelva a ver un grupo humano como el que he podido compartir durante estos dos años y medio. Y me refiero a grupo humano, no a conocimiento o inteligencia. Gente con los mismos valores en los que uno se podía apoyar siempre que lo necesitaba. Personas que ponían muy cerca la frontera entre compañero de trabajo y amigo, llegando incluso a cruzarla. Y esa era la base del éxito del proyecto. Cualquier empresa del mundo mataría por contar con ese valor que yo jamás he conocido en un grado tan superlativo.
Lo mejor de todo es que ese grupo esté donde esté seguirá siendo el mismo. La sinergia existirá siempre entre esas personas que han sido capaces de hacer lo que poca gente estaría dispuesta a hacer. Los caminos de cada uno les llevará a puntos diferentes del mundo, pero esa sinergia les unirá, yo creo, para siempre.
Pero como es normal no todo ha sido de color de rosa. Sin duda lo peor ha sido perder por el camino a gente con la que he compartido mis más íntimas confidencias. Gente que ha quedado lejos por motivos que no son responsabilidad ni mía ni de ellos. Pero con los que también estoy seguro de recuperar aquellos momentos vividos, esas risas pegadizas, esos romances clandestinos (no míos claro),...Desde estas líneas os pido perdón por lo olvidados que os he tenido durante más de un año, pero todos sabemos que era lo mejor para todos en ese momento.
A nivel profesional he descubierto hacia dónde quiero que se dirija mi carrera, algo que siendo sincero no tenía nada, nada claro. En este tiempo he descubierto mis virtudes y defectos profesionales y los creo haber sabido encaminar hacia un perfil que responde a mis características. Ese sin duda es el mayor valor profesional que extraigo de esta experiencia. No es fácil poder decir "ya sé lo que quiero ser de mayor", pero ahora mismo yo lo podría decir con la boca bien grande.
Pero si algo me ha enseñado Neomedia durante estos dos años y medio ha sido sin duda a convertirme en un hombre. He tenido que tomar muchas y muy difíciles decisiones a lo largo de esta etapa. La mayoría de ellas profesionales, otras personales. Decisiones que me han obligado a madurar antes de lo que mi cuerpo tenía previsto. Me han obligado a afrontar situaciones que uno no espera vivir en su vida. Pero de todas ellas he salido airoso y lo mejor de todo con la cabeza muy muy alta.
No ha sido una decisión nada, nada fácil, pero mi cuerpo ha dicho basta y ante eso no hay voluntad, ánimo o fuerza que pueda combatir. He perdido la ilusión y eso me ha servido para darme cuenta de que ése y no otro es el motor de las cosas. Sin ilusión no somos más que un títere que necesita que sean los demás los que le obliguen a hacer las cosas, y ese no soy yo ni la imagen que quiero que quede de mí.
Siempre me quedaré con lo mejor de todos y cada uno de mis compañeros e intentaré borrar la cara B de las cosas, esa que todos tenemos pero que sólo enseñamos en momentos muy puntuales de la vida.
Gracias por todo lo que me has dejado vivir entre tus cuatro paredes, Neomedia.
4 comentarios:
Hace poco leí un cuento corto que se llama "Quien se ha llevado mi queso" de Johnson Spencer y te juro que es justo lo que nos ha ocurrido. Te lo recomiendo. La esencia se lleva dentro, los contactos se mantienen, la gente buena sigue siendo buena y los que no, pues no. No hay vuelta de hoja.
Solo nos han movido el queso de sitio. Seguimos siendo los mismos y eso es lo que cuenta.
Gran post, como siempre. Un abrazo capitán.
Querido pensador, me alegro de saber de ti...
Qué casualidad que esta misma semana un amigo me ha comentado un par de pasajes de ese mismo libro. Al final lo más importante es sentirse bien con uno mismo, con las decisiones que toma...
Yo me siento de lujo, tú supongo que también, pero no todo el mundo podrá presumir de ello.
Un abrazo fuerte crack! A ver si volvemos a compartir un café, o mejor aún una caña!!!
Hola Toni
no nos conocemos, aunque somos tocayos. Soy Antonio, el dueño de una pequeña empresa de Granada, instaladores de telecomunicaciones. Mi padre la fundó hace 30 años montando antenas de TV.
Te escribo porque tras una busqueda sencilla en google sobre Neomedia ha aparecido este blog. He leido tus palabras de agradecimiento a esta empresa y he decidido escribirte. Mi empresa desgraciadamente está a punto de cerrar por diversos motivos, entre los que pesa y mucho el perjuicio que nos ha causado Neomedia, no pagandonos los trabajos que le realizamos hace mas de 2 años.
No sabes la de veces que he llamado personalmente a un tal Miguel que me dijeron que era uno de los dueños, este hombre me prometía que ibamos a cobrar pronto, y una y otra vez incumplia los pagos sin previo aviso.
En resumen, Neomedia me ha puesto la "zancadilla" final que la empresa que heredé de mi padre necesitaba para hundirse en esta crisis. No puedo pagarle a mis empleados desde hace meses y las deudas nos comen.
Maldito el dia que acepté trabajar para Neomedia. El tal Miguel hace tiempo que no me coje el teléfono... En contraste con lo que has escrito, no creo que el trato que hemos recibido hable de Neomedia como una empresa compuesta por profesionales responsables. Nos han dejado tirados en el peor momento y no dan la cara. El sufrimiento que me ha causado tu antigua empresa no se lo deseo a nadie. Y doy gracias a Dios de no vivir en la misma ciudad que los dueños de Neomedia, pues seguramente ya habria cometido alguna tontería si me los encuentro.
Ya me he desahogado. Pero el colmo habría sido dejar tu comentario en Internet sin responder y que el que lo lea piense que se trataba de una empresa seria. No lo es, y como te he comentado, las pruebas las he sufrido personalmente.
Saludos
Antonio Fernández
Hola Antonio,
creo que quizás el post no explica lo que he querido explicar...
Conozco tanto tu empresa como el proyecto para el que habéis estado colaborando ya que yo trabajaba en el departamento de ingeniería, supongo que tu empresa colaboró con Neomedia en el proyecto de la Alhambra, ¿no?
Al grupo humano al que me refiero en mi post no es precisamente la dirección de la empresa, sino mis compañeros de equipo, aquellos que nos apoyábamos en los muchos malos momentos que nos han tocado vivir dentro de la empresa. Te aseguro que esa gente es digna de admirar y seguiría a todos y cada uno de ellos al fin del mundo. En cuanto a la dirección de la empresa prefiero pasar página y olvidar como se ha dejado perder un torrente de talento que ahora aflora distribuido por grandes empresas de telecomunicaciones que sí saben cuidar ese bien tan preciado, el talento humano.
Espero haberte aclarado mi punto de vista y siento muchísimo lo que os ha pasado por culpa de esta gente ya que como te digo recuerdo perfectamente vuestro caso.
Un saludo.
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